La organización ecologista internacional Greenpeace rechazó que el plan ecológico del presidente mexicano, Felipe Calderón, centrado en plantar millones de árboles, contrarreste el problema del avance de la desforestación del país, el quinto más alto del planeta.
La organización ecologista consideró en un comunicado que la plantación de árboles por sí misma no frena el avance de la desforestación debido a que solo sobrevive la mitad de los árboles plantados y el ritmo de reforestación es inferior al de la destrucción de bosques.
Greenpeace advirtió hoy además que el proyecto de presupuesto para el año próximo enviado por el Ejecutivo al Congreso impone "severas reducciones" a los apoyos en el manejo forestal sustentable, que está representado por las comunidades campesinas, y da prioridad a las plantaciones comerciales y la reforestación.
El presidente Calderón señaló esta semana que su gobierno ha plantado este año 180 millones de los 250 millones de árboles previstos para este año, que tiene como meta reforestar unas 500.000 hectáreas anuales.
Como parte de la Estrategia Nacional del Cambio Climático, el gobierno se ha propuesto reforestar, restaurar suelos y expandir la superficie de empresas forestales de 500.000 hectáreas hasta alcanzar una superficie acumulada de dos millones de hectáreas.
Greenpeace aseguró que el plan no plantea un desarrollo de las zonas boscosas sino el monocultivo de determinados árboles, "generalmente de especies exóticas como la teca, el eucalipto y la melina".
Agregó que este tipo de árboles, "lejos de proporcionar los beneficios de los bosques naturales, son grandes consumidores de agua, contaminan el ambiente debido al uso de plaguicidas y no albergan la biodiversidad de los bosques mexicanos".
El proyecto presupuestario para el sector forestal, advirtió también, contempla destinar solo el 14% de los recursos públicos para las comunidades campesinas que concentran el 80 por ciento de los bosques, equivalente a unos 45 millones de hectáreas, lo que significará apenas unos 600 pesos (unos 55 dólares) por hectárea.
Por otra parte, el 86% de los 5.378 millones de pesos (493 millones de dólares) se destinará a la reforestación y a las plantaciones forestales comerciales, lo que supondrá unos 10.000 pesos (unos 920 dólares) por hectárea.
Greenpeace afirmó que la mejor forma de luchar contra el calentamiento global es a través de la conservación de los bosques, ya que con estos "se evitan las emisiones de gases de efecto invernadero, se controlan los incendios, se inhibe la tala ilegal y se generan beneficios sociales y económicos".
El organismo afirma que las plantaciones comerciales solo benefician a algunos empresarios por lo que pide a los legisladores que reorienten el destino de los recursos forestales y promuevan el desarrollo forestal de las comunidades campesinas.
viernes, 5 de octubre de 2007
Greenpeace rechaza que el plan ecológico de Calderón contrarreste la deforestación en México
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