Una de las mejores y mas humanas entrevistas de Adela Micha.
La camioneta Suburban blindada espera en el aeropuerto internacional de Cancún. Tres agentes federales -una mujer y dos hombres- me trasladan hasta un discreto restaurante del centro de la ciudad, donde espera Lydia Cacho (México DF, 1963).
Los escoltas son el escudo protector de la periodista mexicana ante las temibles amenazas que recibe desde hace dos años. Hombres influyentes de la política y los negocios suspiran por acallar a esta mujer valiente, que se ha atrevido a denunciar una amplia red de pornografía infantil y lavado de dinero que compromete a destacados nombres de los círculos de poder.
La cara más sórdida de Cancún, un polo turístico de referencia en México, ha salido a la luz gracias a Lydia Cacho. Su caso ha traspasado las fronteras de su país, y ha recibido el apoyo solidario de organizaciones de derechos humanos y de miles de intelectuales y artistas de todo el mundo.
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