El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha movilizado al Ejército y ha pedido ayuda a todo el país
Las torrenciales lluvias que asolan México en los últimos días han convertido al Estado de Tabasco en zona catastrófica. Tras varios desbordamientos de ríos, al menos 700.000 personas se han visto afectadas, de las cuales 300.000 permanecen aún atrapadas en los tejados de sus casas o en distintos puntos del interior del estado, según cifras facilitadas por el gobernador de Tabasco, Andrés Granier Melo.
El presidente mexicano, Felipe Calderón, ha pedido que nadie se quede con los brazos cruzados y, a través de un mensaje difundido por la televisión estatal, ha solicitado colaboración en especie y económica a todos los ciudadanos mexicanos. Calderón ha reconocido que el país se enfrenta a una de las situaciones más graves de las últimas décadas y ha pedido al pueblo de México sumarse para ayudar a quienes han resultado afectados por las inundaciones.
Las lluvias caídas en Tabasco son las peores de los últimos 50 años. El estado, que normalmente tiene el 34% de su geografía cubierta de agua, se ha visto desbordado y, tras las tormentas, cuenta con un 70% de su territorio inundado. El país se ha movilizado para ayudar a los afectados y el ejército ha suspendido todos sus operativos para atender a este estado del sureste de México.
Una de las labores más inmediatas de las tropas es sacar a muchos afectados de sus casas rodeadas de agua. Pero el rescate no es fácil. Según han comunicado las autoridades estatales, buena parte de la gente afectada se niega a abandonar sus hogares, a pesar de la situación trágica, por miedo a la rapiña. Por eso, desde el Gobierno han asegurado que el Ejército custodiará los inmuebles.
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