A más de un siglo el pueblo totonaca continua rindiendo honor al Dios Tajín, ligado al culto de la muerte.
Hasta la zona arqueológica de El Tajín llegan indígenas para ofrendar al Dios Tajín o Dios trueno semillas y parte de su cosecha para agradecer, pero también para pedirle que sea benevolente con las tierras. Este dos de noviembre, indígenas totonacos montaron un altar y durante todo el día rindieron cantos y rezos para convivir con los fieles difuntos y acompañarlos en su regreso al Mictlan.
Adolfo Vergara, director de la zona arqueológica de Monumentos Tajín y Ramiro Morales, guía por más de 18 años señalaron que el Tajín significa ciudad de rayo ,trueno o relámpago, fue habitada entre el año 300 y 1200 DC.
Su historia está ligada al culto de la muerte, y como ejemplo en la pirámide 5, se encuentra la representación del Dios Tajín. "La figura de Dios Tajín, tiene la cara descarnada, lo que anuncia su paso destructivo a esta zona costera , pero al mismo tiempo nos anuncia que Dios Tajín es sinónimo de lluvia y bonanza de campos"
Descubierta en 1785 por Diego Ruiz, esta ciudad conformada por 41 monumentos históricos, de los cuales el más representativo es la pirámide de los Nichos, continua siendo visitada por indígenas de la zona quien llegan para ofrecerle "Las mejores semillas que tienen aquí, en la pirámide 15 frente al monolito de Tajín montan altares, y rezan para que el Dios sea bueno con sus tierras, la figura también se asocia con el culto a la muerte, y la vulnerabilidad de la tierra", explicó Ramiro.
En un recorrido hecho en exclusiva para AVC Noticias señalaron que en la ciudad hay 17 juegos, 6 de los cuales se pueden visitar y donde está presente el Dios de la Muerte Nin para los totonacos o Mictlantecuhtli para los mexicas.
En el juego de pelota sur entre los edificios 5 y 6, explicó que cuatro relieves donde se narra la historia de un juego de pelota donde la deidad de la muerte siempre esta presente.
"En los relieves se observa el sacrificio de un jugador de pelota, no se sabe si es el ganador o el perdedor, pero según las investigaciones de arqueólogos es muy posible que se sacrificara al ganador del juego, pues en esa época los jugadores de pelota sacrificados eran convertidos en deidad", explicó.
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