sábado, 10 de febrero de 2007

La frontera de EU y México, más letal que el Muro de Berlín


El asesinato esta semana de tres inmigrantes cerca de la ciudad de Tucson (Arizona) ha puesto de manifiesto el peligro del cruce ilegal de la frontera entre EEUU y México, que algunos expertos consideran más letal que el Muro de Berlín.

Los inmigrantes indocumentados fueron asesinados a balazos por desconocidos que interceptaron el vehículo en el que viajaban al noroeste de Tucson, en Arizona, un estado convertido en cementerio de ilegales, según la "American Immigration Law Foundation" (AILF).
Richard Kastigar, jefe del Departamento del Alguacil del condado Pima, dijo que tres o cuatro hombres armados que viajaban en un automóvil interceptaron a una camioneta que transportaba a nueve o diez indocumentados.

En el enfrentamiento, un hombre murió a consecuencia de un impacto de bala, y otro hombre y una mujer resultaron heridos.

Más tarde, los agentes localizaron la camioneta en la que viajaban los indocumentados y en su interior encontraron otros dos cadáveres.

Apenas 24 horas antes, cuatro hombres armados habían asaltado a 18 indocumentados en la población fronteriza de Sasabe.

Esas muertes se sumaron a las entre 2.000 y 3.000 ocurridas desde 1995 a lo largo de los 3.200 kilómetros de frontera entre ambos países.

Las divergencias en las cifras se deben a los diversos métodos y circunstancias en que se producen los fallecimientos de los inmigrantes.

Pero, para AILF, está claro que en la última década se ha registrado una número sin precedente de muertes, y éstas se han concentrado en Arizona, un estado convertido en un "embudo" por las medidas del Gobierno federal contra la entrada ilegal de inmigrantes.

En un informe emitido esta semana, AILF indicó que las disposiciones de "prevención mediante la disuasión" tomadas por el Gobierno desde la década pasada han llevado a la militarización de la frontera y ha quintuplicado los gastos de vigilancia.

Sin embargo, según el organismo, las nuevas barreras, los puestos de control, la vigilancia con alta tecnología y los miles de agentes que se han sumado a la Patrulla Fronteriza no han reducido la cifra de inmigrantes ilegales.

Más bien, señala, "la nueva estrategia ha bloqueado los principales puntos urbanos de inmigración no autorizada en Texas y California y canalizado a los centenares de miles de inmigrantes ilegales a través de los desiertos y montañas notoriamente inhóspitos del estado de Arizona".

La "American Immigration Law Foundation" cita un estudio del Instituto Binacional de Inmigración (BMI) que señala que entre 1990 y el 2005 se hallaron 927 cadáveres de ilegales en esa región.

El centro de estudios manifiesta que, según la Oficina de Supervisión del Gobierno (GAO), esa cifra representa al menos el 78 por ciento del aumento de muertes de inmigrantes en toda la frontera suroccidental del país entre 1990 y el 2003.

Las conclusiones del BMI confirman que las políticas de seguridad en la frontera han creado "un efecto de embudo", que es la principal causa de muerte de miles de hombres, mujeres y niños procedentes de México, América Central y Suramérica que han intentado ingresar a EEUU a través de Arizona, señala AILF.

Según Wayne Cornelius, experto en inmigración de la Universidad de California, entre 1995 y el 2004 se recogieron los cuerpos de 2.978 inmigrantes ilegales en suelo estadounidense.

"Si se pone esta cifra en perspectiva, la fortificada frontera de EEUU y México ha sido diez veces más letal para los inmigrantes de México durante los últimos nueve años que lo que fue el Muro de Berlín para los germano-orientales durante sus 28 años de existencia", señala.

La misma comparación fue hecha el año pasado por el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, un inmigrante procedente de Austria, cuando se refirió a su oposición a los planes del Gobierno para construir un muro a lo largo de la frontera.

"Tuvimos el Muro de Berlín. Tuvimos muros en todas partes. Pero siempre los miramos como si detrás de ellos estuviese el enemigo", señaló.

"¿Estamos mirando a México como si fuera el enemigo? No. No lo es. Ellos son nuestros socios comerciales", añadió.

Según AILF, la solución del problema no reside en la fortificación de las fronteras o la violencia contra los inmigrantes.

"La solución es una reforma integral basada en una evaluación honesta del trabajo de los inmigrantes en EEUU, así como de las fuerzas de la globalización en Norteamérica, Centroamérica y Suramérica", señala. EFE

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