Miles de campesinos mexicanos han paralizado la capital del país con una "megamarcha" contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y para exigir recursos, en la mayor protesta registrada contra el Gobierno del presidente Felipe Calderón en sus 14 meses de gestión.
La manifestación ha reunido a decenas de miles de manifestantes que desquiciaron a los automovilistas en las principales arterias del centro de la ciudad por más de siete horas.
Integrantes de cientos de organizaciones civiles, indígenas y campesinas recorrieron la tradicional avenida Paseo de la Reforma hacia el zócalo capitalino, la mayor plaza pública de Latinoamérica.
Fuentes de la policía del Distrito Federal aseguran que la marcha convocó a 30.000 personas, mientras que algunos de los organizadores de la marcha sostienen que participaron 150.000.
El campo llega a la urbe
Vacas, más de cien tractores, indígenas con trajes típicos, música de banda, caballos, burros y pancartas aderezaron la movilización, que discurrió en un ambiente tranquilo y fue apoyada por otros sectores como los sindicatos de telefonistas, electricistas, estudiantes y varios legisladores.
Cárdenas pone metros de por medio
Mientras la ciudad se colapsaba bajo las protestas, Cárdenas decidió partir de la capital mexicana antes de la marcha para realizar una gira de trabajo al central estado de Tlaxcala, donde entregó recursos a productores agropecuarios.
El funcionario, que en los últimos días ha multiplicado los anuncios de programas y dinero destinados al sector, ha dicho en un comunicado que "vienen buenos tiempos para el campo y debemos aprovecharlos".
Ante el temor de que sean sobrepasados por los campesinos estadounidenses, quienes gozan de elevados subsidios, los productores mexicanos piden un mecanismo de administración de las importaciones y exportaciones de maíz, fríjol, leche y edulcorantes, para establecer un orden que garantice las cosechas nacionales.
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