México, 16 feb (EFE).- Cincuenta y seis cometas gigantes con imágenes de dragones, mariposas, símbolos prehispánicos y dibujos abstractos cuelgan desde hoy del techo del Museo de Arte Popular de la Ciudad de México para revitalizar el trabajo de los artesanos dedicados a la fabricación de estos juguetes.
Las cometas, que miden hasta tres metros de ancho y seis de largo sin tomar en cuenta la cola, son consecuencia de un concurso realizado por el museo para revalorar el arte popular mexicano, explicó a Efe Luis Armando Asa, director de operaciones del foro.
Según indicó, se dice que las primeras cometas fueron hechas hace más de 2.500 años, y aunque no se sabe con exactitud quién las inventó, se cree que fue un sabio griego llamado Arquitas de Tarento y que vivió en el siglo IV antes de Cristo.
Asa recordó que algunos piensan que el general chino Han Sin fue el primero en darle a la cometa aplicaciones militares, ya que los movimientos y colores de las cometas constituían mensajes para comunicarse en la distancia entre los destacamentos de guerreros.
En China, Corea, Japón y otros países orientales este juguete es de los más antiguos y populares, y en concreto, los chinos consideraban volar cometas como un ejercicio de meditación.
La cometa se extendió por países asiáticos como Indonesia, archipiélago Malayo, Birmania, Japón e India, y desde allí a la península arábiga y el norte de África.
En Europa, la cometa llegó antes del siglo XVI por tres vías, las invasiones mongolas, las rutas comerciales por el Cabo de Buena Esperanza y los contactos con el mundo árabe.
Ya en el siglo XVII este juguete se hizo popular entre los niños como pasatiempo o espectáculo pirotécnico.
Sin embargo, un siglo después los científicos sacaron partido también de este elemento volador, como Benjamin Franklin en 1752, quien usó una "cometa eléctrica" con una llave atada a la cuerda para comprobar cómo se producían las descargas eléctricas, con lo que demostró la naturaleza del rayo e inventó el pararrayos.
Asa aseveró que aunque el origen de "esta hermosa expresión" no es mexicano, a este país llegó en el siglo XVII a través de la Nao de China.
"Después aquí ya agarró su propia perspectiva con las poblaciones indígenas del México de aquel tiempo", dijo.
En México, Puerto Rico y Cuba a la cometa se le llama papalote, que viene del náhuatl "papalolt", que significa "mariposa".
En otros países también se le llama barrilete, cometón, saeta, papagayo, pandorga o volatín.
Las 56 cometas, entre las cuales se repartieron tres premios principales y seis menciones honoríficas, estarán expuestas en el museo hasta el próximo 27 de abril.
Las cometas, que miden hasta tres metros de ancho y seis de largo sin tomar en cuenta la cola, son consecuencia de un concurso realizado por el museo para revalorar el arte popular mexicano, explicó a Efe Luis Armando Asa, director de operaciones del foro.
Según indicó, se dice que las primeras cometas fueron hechas hace más de 2.500 años, y aunque no se sabe con exactitud quién las inventó, se cree que fue un sabio griego llamado Arquitas de Tarento y que vivió en el siglo IV antes de Cristo.
Asa recordó que algunos piensan que el general chino Han Sin fue el primero en darle a la cometa aplicaciones militares, ya que los movimientos y colores de las cometas constituían mensajes para comunicarse en la distancia entre los destacamentos de guerreros.
En China, Corea, Japón y otros países orientales este juguete es de los más antiguos y populares, y en concreto, los chinos consideraban volar cometas como un ejercicio de meditación.
La cometa se extendió por países asiáticos como Indonesia, archipiélago Malayo, Birmania, Japón e India, y desde allí a la península arábiga y el norte de África.
En Europa, la cometa llegó antes del siglo XVI por tres vías, las invasiones mongolas, las rutas comerciales por el Cabo de Buena Esperanza y los contactos con el mundo árabe.
Ya en el siglo XVII este juguete se hizo popular entre los niños como pasatiempo o espectáculo pirotécnico.
Sin embargo, un siglo después los científicos sacaron partido también de este elemento volador, como Benjamin Franklin en 1752, quien usó una "cometa eléctrica" con una llave atada a la cuerda para comprobar cómo se producían las descargas eléctricas, con lo que demostró la naturaleza del rayo e inventó el pararrayos.
Asa aseveró que aunque el origen de "esta hermosa expresión" no es mexicano, a este país llegó en el siglo XVII a través de la Nao de China.
"Después aquí ya agarró su propia perspectiva con las poblaciones indígenas del México de aquel tiempo", dijo.
En México, Puerto Rico y Cuba a la cometa se le llama papalote, que viene del náhuatl "papalolt", que significa "mariposa".
En otros países también se le llama barrilete, cometón, saeta, papagayo, pandorga o volatín.
Las 56 cometas, entre las cuales se repartieron tres premios principales y seis menciones honoríficas, estarán expuestas en el museo hasta el próximo 27 de abril.
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