México, 26 sep (EFE).- El uso de anticonceptivos entre los adolescentes mexicanos disminuyó en un 12,4% en los últimos años, pese a que el conocimiento de estos métodos para prevenir embarazos alcanza al 90% de la población del país, dijeron hoy fuentes oficiales.
Los últimos datos revelados por la Secretaria (ministerio) de Salud muestran que en 1997 el 45% de los adolescentes menores de 19 años utilizaba anticonceptivos en sus relaciones sexuales, mientras que en 2006 este porcentaje se había reducido al 39,4%.
Así lo explicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández, en una rueda de prensa que ofreció en Ciudad de México con motivo del tercer Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.
"Nuestros jóvenes y adolescentes se enfrentan a una experiencia sexual sin información suficiente" y, una de las consecuencias, "es que la mayoría de los nuevos casos de infección por el VIH se da en jóvenes", destacó Hernández.
Los menores de 25 años suman en México 21 millones, lo que supone una quinta parte de la población del país y entre ellos la proporción de embarazos no deseados supera el 60%, aunque que esta cifra es poco exacta debido a las dificultades que plantea su obtención, explicó el subsecretario.
Hernández señaló que el porcentaje de adolescentes encinta se mantiene en torno al 7% del total de embarazos, por lo que "continúa siendo un reto pendiente" en la política sanitaria del país.
"El embarazo en adolescentes representa mayores riesgos de muerte para madre y bebé", dijo el funcionario, quien expresó que las posibilidades de fallecimiento llegan a ser hasta cinco veces superiores respecto a las mujeres que han alcanzado su madurez biológica.
Además de los riegos sanitarios, Hernández destacó que una gravidez prematura conlleva frecuentemente aislamiento, estigma social, abandono del sistema escolar y empobrecimiento para la madre.
En el mismo acto, el presidente del Comité Latinoamericano de Salud de la Mujer, Alberto Alvarado, presentó los resultados de un estudio efectuado en diversos países de América Latina que muestra una tendencia similar a la registrada en México sobre el uso de anticonceptivos.
"En 2000, el 29% de los adolescentes no usaba anticonceptivos y en 2007 este porcentaje ha pasado a ser el 32%", comentó Alvarado, al referirse a los resultados de la región.
Alvarado señaló el adelanto de la edad de inicio en la actividad sexual como una de las posibles causas que explicarían esta tendencia.
En las mujeres mexicanas, esta edad ha pasado de los 19 años en la década de los 90 a los 16 o menos de la actualidad, según datos facilitados por la Secretaría de Salud.
Por su parte, el Director de la Fundación Mexicana para la Planificación Familiar, Vicente Díaz, apuntó que "existe voluntad política del Gobierno" para reducir el número de embarazos no deseados, especialmente en jóvenes.
"Pero un solo indicador nos manifiesta que los trabajos de la última década no están teniendo loe efectos deseados", aseguró.
Este sería la demanda no satisfecha de métodos anticonceptivos, que su organización ha cifrado en el 12,8%.
Los últimos datos revelados por la Secretaria (ministerio) de Salud muestran que en 1997 el 45% de los adolescentes menores de 19 años utilizaba anticonceptivos en sus relaciones sexuales, mientras que en 2006 este porcentaje se había reducido al 39,4%.
Así lo explicó el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Mauricio Hernández, en una rueda de prensa que ofreció en Ciudad de México con motivo del tercer Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes.
"Nuestros jóvenes y adolescentes se enfrentan a una experiencia sexual sin información suficiente" y, una de las consecuencias, "es que la mayoría de los nuevos casos de infección por el VIH se da en jóvenes", destacó Hernández.
Los menores de 25 años suman en México 21 millones, lo que supone una quinta parte de la población del país y entre ellos la proporción de embarazos no deseados supera el 60%, aunque que esta cifra es poco exacta debido a las dificultades que plantea su obtención, explicó el subsecretario.
Hernández señaló que el porcentaje de adolescentes encinta se mantiene en torno al 7% del total de embarazos, por lo que "continúa siendo un reto pendiente" en la política sanitaria del país.
"El embarazo en adolescentes representa mayores riesgos de muerte para madre y bebé", dijo el funcionario, quien expresó que las posibilidades de fallecimiento llegan a ser hasta cinco veces superiores respecto a las mujeres que han alcanzado su madurez biológica.
Además de los riegos sanitarios, Hernández destacó que una gravidez prematura conlleva frecuentemente aislamiento, estigma social, abandono del sistema escolar y empobrecimiento para la madre.
En el mismo acto, el presidente del Comité Latinoamericano de Salud de la Mujer, Alberto Alvarado, presentó los resultados de un estudio efectuado en diversos países de América Latina que muestra una tendencia similar a la registrada en México sobre el uso de anticonceptivos.
"En 2000, el 29% de los adolescentes no usaba anticonceptivos y en 2007 este porcentaje ha pasado a ser el 32%", comentó Alvarado, al referirse a los resultados de la región.
Alvarado señaló el adelanto de la edad de inicio en la actividad sexual como una de las posibles causas que explicarían esta tendencia.
En las mujeres mexicanas, esta edad ha pasado de los 19 años en la década de los 90 a los 16 o menos de la actualidad, según datos facilitados por la Secretaría de Salud.
Por su parte, el Director de la Fundación Mexicana para la Planificación Familiar, Vicente Díaz, apuntó que "existe voluntad política del Gobierno" para reducir el número de embarazos no deseados, especialmente en jóvenes.
"Pero un solo indicador nos manifiesta que los trabajos de la última década no están teniendo loe efectos deseados", aseguró.
Este sería la demanda no satisfecha de métodos anticonceptivos, que su organización ha cifrado en el 12,8%.
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