México, 7 sep (EFE).- Una estadounidense que hace una década años se enamoró de los calendarios tradicionales mexicanos ha llevado su pasión al extremo de publicar el mayor catálogo de este tipo con 175 almanaques, un homenaje a las mujeres de este país.
Ángela Villalba comenzó esta singular aventura en 1979, cuando fue a vivir a Oaxaca, sur del país, para establecer un negocio de artesanía y quedó prendada por las hermosas imágenes de las mexicanas.
"Los temas me entusiasmaron, la belleza de las imágenes me encantó", recordó en entrevista con Efe esta pequeña empresaria que vive enamorada de la cultura popular de México y de estas imágenes tradicionales.
Entre las imágenes hay algunas de mujeres que acompañaron a sus hombres en tiempos de la Revolución (1910-1917), otras vestidas a la usanza de pasadas épocas, y algunas más en poses convencionales, destinadas a fines publicitarios.
Durante diez años Ángela, de vuelta a su hogar en Los Ángeles (California), ha visitado varias veces México para reunir más de 250 almanaques originarios en papel, visitando tianguis (mercados callejeros), tiendas de antigüedades o incluso subastas en México y Estados Unidos que le permitieron formar la colección.
"En 1999 el Museo Soumaya organizó una exposición en Los Ángeles de calendarios originales en formato grande", dijo Villalba, a quien le entusiasmó aquel acervo.
Sin embargo, entonces apenas encontró información de los artistas que habían hecho los calendarios con excepción del más conocido, Jesús Enrique de la Helguera (1910-1971).
La californiana decidió entonces volver a México para investigar qué había detrás de aquellos calendarios, les siguió el rastro en el museo y siguió buscando.
Villalba contactó con Galas de México, la principal fábrica de los almanaques, y también con su competidora, Litografía latina, que lleva desde 1886 lanzando cada año este tipo de calendarios que tienen como protagonistas a hermosas mujeres mexicanas.
"En la actualidad continúan pero su época dorada fueron los años treinta y cuarenta del siglo pasado", explicó la coleccionista vocacional.
Gracias a sus colaboradores y a su propia investigación, recopiló mucha información sobre autores como Eduardo Cataño, Antonio Gómez o Jaime Sarduní, las plumas tras las hermosas imágenes de los almanaques.
Ayer Ángela Villalba presentó su libro en el mismo museo de donde partió la idea de hacer el mayor catálogo de almanaques mexicanos compilado hasta la fecha en el mundo, llamado "Mexican Calendar Girls".
El libro recién presentado incluye 175 de los 250 calendarios mexicanos de la colección de Villalba, detalla datos sobre los autores y las fábricas de los mismos, además de datos sobre la historia de México para entender mejor la temática de las estampas.
La obra, escrita en español e inglés, incluye además treinta postales y una agenda.
Aunque recopilar el catálogo le ha llevado a esta estadounidense más de cuatro años de intenso trabajo, la coleccionista no descarta realizar proyectos similares en el futuro porque su acervo "sigue adelante".
Ángela Villalba comenzó esta singular aventura en 1979, cuando fue a vivir a Oaxaca, sur del país, para establecer un negocio de artesanía y quedó prendada por las hermosas imágenes de las mexicanas.
"Los temas me entusiasmaron, la belleza de las imágenes me encantó", recordó en entrevista con Efe esta pequeña empresaria que vive enamorada de la cultura popular de México y de estas imágenes tradicionales.
Entre las imágenes hay algunas de mujeres que acompañaron a sus hombres en tiempos de la Revolución (1910-1917), otras vestidas a la usanza de pasadas épocas, y algunas más en poses convencionales, destinadas a fines publicitarios.
Durante diez años Ángela, de vuelta a su hogar en Los Ángeles (California), ha visitado varias veces México para reunir más de 250 almanaques originarios en papel, visitando tianguis (mercados callejeros), tiendas de antigüedades o incluso subastas en México y Estados Unidos que le permitieron formar la colección.
"En 1999 el Museo Soumaya organizó una exposición en Los Ángeles de calendarios originales en formato grande", dijo Villalba, a quien le entusiasmó aquel acervo.
Sin embargo, entonces apenas encontró información de los artistas que habían hecho los calendarios con excepción del más conocido, Jesús Enrique de la Helguera (1910-1971).
La californiana decidió entonces volver a México para investigar qué había detrás de aquellos calendarios, les siguió el rastro en el museo y siguió buscando.
Villalba contactó con Galas de México, la principal fábrica de los almanaques, y también con su competidora, Litografía latina, que lleva desde 1886 lanzando cada año este tipo de calendarios que tienen como protagonistas a hermosas mujeres mexicanas.
"En la actualidad continúan pero su época dorada fueron los años treinta y cuarenta del siglo pasado", explicó la coleccionista vocacional.
Gracias a sus colaboradores y a su propia investigación, recopiló mucha información sobre autores como Eduardo Cataño, Antonio Gómez o Jaime Sarduní, las plumas tras las hermosas imágenes de los almanaques.
Ayer Ángela Villalba presentó su libro en el mismo museo de donde partió la idea de hacer el mayor catálogo de almanaques mexicanos compilado hasta la fecha en el mundo, llamado "Mexican Calendar Girls".
El libro recién presentado incluye 175 de los 250 calendarios mexicanos de la colección de Villalba, detalla datos sobre los autores y las fábricas de los mismos, además de datos sobre la historia de México para entender mejor la temática de las estampas.
La obra, escrita en español e inglés, incluye además treinta postales y una agenda.
Aunque recopilar el catálogo le ha llevado a esta estadounidense más de cuatro años de intenso trabajo, la coleccionista no descarta realizar proyectos similares en el futuro porque su acervo "sigue adelante".
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