MÉXICO (AFP) - Después de confesarle que sigue enamorada, una anciana mexicana de 91 años le dio el "sí" a su novio, de 98 años, con el que ha vivido 70 años y tiene 42 tataranietos, y el sábado finalmente se casaron en Guanajuato, en el centro de México.
"Siempre le pedí que se casara, pero no quería, ahora me dijo que sí, porque me confesó que está enamorada de mí, que siempre me ha amado", dijo satisfecho Francisco Uribe después de la ceremonia civil, reportó el diario Reforma.
"Ahora sí, juntos para toda la vida", añadió emocionado hasta las lágrimas tras recibir el acta de matrimonio, dejando atrás el recuerdo del primer "no" que le dio Candelaria Álvarez en diciembre de 1937.
"La quiero mucho, durante 70 años me dijo que no se casaba y ahora estoy muy feliz, por fin dio su brazo a torcer", comentó el anciano.
Francisco y Candelaria, que vivieron en unión libre durante siete décadas, tienen 10 hijos (siete mujeres y tres varones), 31 nietos, 29 bisnietos y 42 tataranietos.
"Para poder tener hijos y tenerla a mi lado me la robé, la saqué de su casa y la llevé a vivir conmigo", recordó entre risas el feliz novio.
"Era dura, difícil, apenas le podía tocar la mano, cuando la abrazaba me empujaba" relató Francisco, que pudo besar a Candelaria después de cinco años de noviazgo.
Para convencerla Francisco "le cantaba al oído". "Pero no se dejaba, todavía hace unas semanas le canté para que me dijera que sí se casaba", narró.
A pesar de la casi perpetua negativa de Candelaria, Francisco siempre le compró rosas rojas en los aniversarios de noviazgo.
El secreto del eterno enamoramiento de la pareja, según Francisco, es que "siempre" fueron novios. "Eso mantuvo nuestro amor hasta ahora y somos felices gracias a Dios".
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