México, 28 ago (EFE).- La nueva regulación del divorcio en el Distrito Federal permite a los residentes de la capital de México disolver su matrimonio en diez días y sin que el solicitante tenga que explicar sus motivos, según informó hoy el congreso local.
La ley aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) elimina las 21 causales de divorcio existentes hasta ahora y dispone que uno de los cónyuges podrá pedir la separación legal de forma unilateral sin argumentarla, siempre que haya transcurrido un año desde la celebración del matrimonio.
Quien quiera obtener el divorcio debe presentar ante el juez una solicitud -y no una demanda, como antes- y una propuesta para la separación de bienes y, en caso de que hubiera hijos, la custodia.
La pareja recibirá una llamada para explorar la posibilidad de reconciliación, y si la respuesta es negativa, el juez tendrá diez días para declarar legalmente disuelto el matrimonio.
Anteriormente, el proceso se alargaba varios meses, ya que las llamadas eran tres, separadas por un plazo entre sí.
La custodia de los hijos y la repartición de bienes habrá de resolverse en un juicio civil aparte.
En cuanto a la pensión alimentaria que un cónyuge podría estar obligado a pasar al otro, se dictaminará en función de la edad y a la dedicación pasada y futura de la familia.
La resolución fue aprobada por la ALDF, controlado por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y deberá de ser publicada ahora en la Gaceta Oficial del Gobierno del Distrito Federal (GDF) para su entrada en vigor.
Cada uno de los 32 estados federados mexicanos tiene su propio código civil y los requisitos para el divorcio pueden diferir.
El congreso capitalino se ha puesto en cabeza de los cambios sociales en México, ya que en 2007 aprobó una norma que despenaliza el aborto, en contra de la regulación federal.
Esa decisión, respaldada esta semana por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fue rechazada por la oposición de derecha en la Cámara, por la Iglesia en los medios de comunicación y por organizaciones antiabortistas en las calles.
La capital mexicana registra uno de los mayores índices de divorcios del país, junto al colindante estado de México y a los norteñas demarcaciones territoriales de Nuevo León, Baja California y Chihuahua, fronterizos con Estados Unidos, según cifras oficiales.
La ley aprobada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) elimina las 21 causales de divorcio existentes hasta ahora y dispone que uno de los cónyuges podrá pedir la separación legal de forma unilateral sin argumentarla, siempre que haya transcurrido un año desde la celebración del matrimonio.
Quien quiera obtener el divorcio debe presentar ante el juez una solicitud -y no una demanda, como antes- y una propuesta para la separación de bienes y, en caso de que hubiera hijos, la custodia.
La pareja recibirá una llamada para explorar la posibilidad de reconciliación, y si la respuesta es negativa, el juez tendrá diez días para declarar legalmente disuelto el matrimonio.
Anteriormente, el proceso se alargaba varios meses, ya que las llamadas eran tres, separadas por un plazo entre sí.
La custodia de los hijos y la repartición de bienes habrá de resolverse en un juicio civil aparte.
En cuanto a la pensión alimentaria que un cónyuge podría estar obligado a pasar al otro, se dictaminará en función de la edad y a la dedicación pasada y futura de la familia.
La resolución fue aprobada por la ALDF, controlado por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) y deberá de ser publicada ahora en la Gaceta Oficial del Gobierno del Distrito Federal (GDF) para su entrada en vigor.
Cada uno de los 32 estados federados mexicanos tiene su propio código civil y los requisitos para el divorcio pueden diferir.
El congreso capitalino se ha puesto en cabeza de los cambios sociales en México, ya que en 2007 aprobó una norma que despenaliza el aborto, en contra de la regulación federal.
Esa decisión, respaldada esta semana por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fue rechazada por la oposición de derecha en la Cámara, por la Iglesia en los medios de comunicación y por organizaciones antiabortistas en las calles.
La capital mexicana registra uno de los mayores índices de divorcios del país, junto al colindante estado de México y a los norteñas demarcaciones territoriales de Nuevo León, Baja California y Chihuahua, fronterizos con Estados Unidos, según cifras oficiales.
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