México, 23 jun (EFE).- Una escultura del Señor de la Muerte, perteneciente a la cultura huasteca y datada en el posclásico temprano, del 900 al 1.200 después de Cristo, fue hallado por un campesino en Tamaulipas, noreste de México, al igual que un altar y una estela, informaron hoy fuentes oficiales.
Los hallazgos ocurrieron desde hace un año, pero hasta hoy los reportó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.
El campesino Guadalupe Ríos, habitante de la comunidad Celaya del municipio de Mante, trabajaba en su parcela cuando encontró hace un año la escultura dedicada al dios Ajhactictamtzemlab o Señor de la Muerte.
"Al pasar el arado salió 'un mono', según la descripción del campesino, que en realidad es la representación de una deidad relacionada con la muerte", explicó la arqueóloga Diana Paulina Radillo, quien junto con otros especialistas realizó el rescate arqueológico.
La escultura es de forma rectangular y mide 2,20 metros de largo, 55 centímetros de ancho y 23 de espesor, y parece estar hecha de piedra arenisca, usada comúnmente en la región, indicaron los expertos.
La estatua muestra un personaje humano con la cabeza descarnada, y esta última está realizada con mayor detalle que el resto del cuerpo.
Un año después el mismo campesino encontró, también por casualidad, otras piezas arqueológicas al volver a sembrar su parcela, un altar labrado y una estela alisada.
El primero de ellos está hecho en piedra caliza y mide 2,49 metros de longitud, 1,62 de anchura y 11 centímetros de espesor, y entre sus características destaca una banda con diseños finamente grabados y en bajorrelieve.
La estela representa una espiga, y se cree que se empotró y fue usada de manera erguida en la plaza.
Sus dimensiones son 1,38 metros de longitud, 50 centímetros de ancho y 10 de espesor.
la cultura huasteca se extendió por varios estados de México, principalmente en del centro, este y noreste del país.
Los hallazgos ocurrieron desde hace un año, pero hasta hoy los reportó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.
El campesino Guadalupe Ríos, habitante de la comunidad Celaya del municipio de Mante, trabajaba en su parcela cuando encontró hace un año la escultura dedicada al dios Ajhactictamtzemlab o Señor de la Muerte.
"Al pasar el arado salió 'un mono', según la descripción del campesino, que en realidad es la representación de una deidad relacionada con la muerte", explicó la arqueóloga Diana Paulina Radillo, quien junto con otros especialistas realizó el rescate arqueológico.
La escultura es de forma rectangular y mide 2,20 metros de largo, 55 centímetros de ancho y 23 de espesor, y parece estar hecha de piedra arenisca, usada comúnmente en la región, indicaron los expertos.
La estatua muestra un personaje humano con la cabeza descarnada, y esta última está realizada con mayor detalle que el resto del cuerpo.
Un año después el mismo campesino encontró, también por casualidad, otras piezas arqueológicas al volver a sembrar su parcela, un altar labrado y una estela alisada.
El primero de ellos está hecho en piedra caliza y mide 2,49 metros de longitud, 1,62 de anchura y 11 centímetros de espesor, y entre sus características destaca una banda con diseños finamente grabados y en bajorrelieve.
La estela representa una espiga, y se cree que se empotró y fue usada de manera erguida en la plaza.
Sus dimensiones son 1,38 metros de longitud, 50 centímetros de ancho y 10 de espesor.
la cultura huasteca se extendió por varios estados de México, principalmente en del centro, este y noreste del país.
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