Quito, 14 abr (EFE).- La mexicana Lucía Morett, sobreviviente del bombardeo colombiano contra un campamento de las FARC en Ecuador, dijo hoy que teme por su vida y que llegará a "las últimas consecuencias" para que se haga justicia en este caso.Además, en una rueda de prensa en Quito, aseguró que hará lo que este en sus manos "por la dignificación de la memoria" de los cuatro mexicanos muertos en el ataque del 1 de marzo, así como para que se castigue a los culpables de la matanza.
"Hay alguien que envió los aviones, que ordenó el bombardeo, que ordenó disparar", agregó la mexicana, quien dijo que no duda en acudir incluso a la justicia internacional.
"Voy a ir hasta las últimas consecuencias para que se haga justicia", remarcó y agradeció a mucha gente de su país y de otras naciones que le han expresado su solidaridad.
La joven de 26 años, que acudió a la rueda de prensa junto a su padre, Jorge Morett, y su madre, María del Jesús Álvarez, acusó al Gobierno de Colombia de montar una campaña mediática en su contra y dijo que teme volver a su país por la posibilidad de un atentado.
"Sé que hay intereses en que me quede callada, porque soy una testigo importante de uno de los conflictos geopolíticos más importantes de este periodo de la historia", apuntó Morett, que fue rescatada con heridas graves del ataque colombiano del pasado 1 de marzo en la zona selvática ecuatoriana de Angostura.
"Soy víctima y testigo de muchas violaciones del derecho internacional, de los derechos humanos y yo puedo hablar", agregó Morett, quien ha relatado los pormenores del ataque.
Veintiséis personas, entre ellas el número dos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Raúl Reyes, alias de Luis Edgar Devia, y un ecuatoriano murieron en el ataque, y tres, dos colombianas y Morett, sobrevivieron.
La joven agradeció al presidente de su país, Felipe Calderón, el que haya exigido que se haga justicia con las víctimas mexicanas del ataque colombiano.
Morett se mostró "contenta" porque Calderón haya hecho declaraciones en el sentido de que "no va a descansar su Gobierno hasta que no se haga la justicia que exigen los padres de los afectados".
"Creo que realmente el Gobierno nos está viendo como víctimas, como lo que fuimos; víctimas, que no se nos pretenda señalar como delincuentes, porque no lo somos", recalcó.
Rechazó las acusaciones que ha vertido en su contra una organización ciudadana de su país, sobre sus supuestos vínculos con las FARC, porque, afirmó, son versiones enunciadas por supuestas "autoridades colombianas anónimas".
Morett dijo que no se puede confiar en un Gobierno, el de Colombia, que ha tergiversado muchas informaciones para justificar el bombardeo en Ecuador y su actuación en el campamento de las FARC, donde, según ella, los atacantes remataron a heridos.
"No he cometido ningún delito en México, en Ecuador y mucho menos en Colombia", apostilló Morett, tras asegurar que "hay información falsa circulando por los medios de comunicación basada en supuestos".
"Viví varios años en España, tengo allí muchas amistades y también esas amistades me han hecho llegar todo su cariño, apoyo y solidaridad", agregó.
Su viaje al campamento de las FARC instalado en Ecuador lo hizo por los contactos de uno de sus compatriotas fallecido en el ataque, aseguró, al tiempo que afirmaba que no conocía al ecuatoriano Franklin Aisalla ni a Raúl Reyes.
"Como universitarios, como jóvenes, como estudiosos de la realidad latinoamericana, nos interesaba de por sí el proceso del intercambio humanitario que se llevaba a cabo, que se pretende llevar a cabo en Colombia, que permitía a muchas personas recuperar su libertad", agregó Morett.
El intercambio humanitario es una iniciativa, no concretada por ahora, para canjear a un grupo de las personas secuestradas por las FARC por medio millar de guerrilleros presos.