Un sacerdote del estado mexicano de Querétaro se enfrenta a una pena de prisión por la presunta comisión del delito de abusos deshonestos contra seis mujeres, dos de ellas menores, informaron hoy fuentes oficiales.
Según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Querétaro (PGJE, fiscalía), las seis víctimas, de edades comprendidas entre los 11 y los 53 años, aseguraron haber sido objeto intencionadamente de tocamientos y besos en la boca por parte del sacerdote Rodolfo Yáñez.
La declaración de las mujeres agraviadas, dos de ellas de 16 y 11 años, ha sido confirmada por otros seis testigos que alegaron tener pleno conocimiento de los hechos.
El delito de abusos deshonestos está penado en la legislación estatal de Querétaro con una condena de hasta 3 años de cárcel por cada una de las acusaciones y se eleva hasta los 4 años por caso si la denunciante es impúber.
La denuncia, una vez investigada por la PGJE de Querétaro ha pasado a manos de un juez, informó la institución, que le impuso una fianza de 3.000 pesos (unos 286,5 dólares) al sacerdote.
Al parecer, el encausado la pagó para ser enjuiciado en libertad, según informó hoy el diario El Universal.
El rotativo apunta a que las agraviadas son catequistas y niñas que acuden a la parroquia que encabeza el sacerdote, y sostiene que la diócesis estatal de Querétaro investiga el caso desde hace meses.
La sociedad mexicana ha sido sacudida en los últimos tiempos por casos de pederastia clerical, como el del sacerdote Nicolás Aguilar, de quien varias personas afirmaron haber sufrido abusos cuando eran menores.
La polémica, originada en 2006 por la querella interpuesta por una víctima en una corte de Los Ángeles (EE.UU.), salpicó al arzobispo de México, Norberto Rivera, de quien se dijo que había encubierto al sacerdote y que por ello lo trasladó a una diócesis de California, donde también fue acusado de abusos.
Asimismo, el fallecido fundador de los Legionarios de Cristo, el padre Marcial Maciel, fue acusado de abusos a menores en un caso que llegó hasta el Vaticano y que terminó con el retiro del religioso mexicano de la vida pública en 2006.
Según la Procuraduría General de Justicia del Estado de Querétaro (PGJE, fiscalía), las seis víctimas, de edades comprendidas entre los 11 y los 53 años, aseguraron haber sido objeto intencionadamente de tocamientos y besos en la boca por parte del sacerdote Rodolfo Yáñez.
La declaración de las mujeres agraviadas, dos de ellas de 16 y 11 años, ha sido confirmada por otros seis testigos que alegaron tener pleno conocimiento de los hechos.
El delito de abusos deshonestos está penado en la legislación estatal de Querétaro con una condena de hasta 3 años de cárcel por cada una de las acusaciones y se eleva hasta los 4 años por caso si la denunciante es impúber.
La denuncia, una vez investigada por la PGJE de Querétaro ha pasado a manos de un juez, informó la institución, que le impuso una fianza de 3.000 pesos (unos 286,5 dólares) al sacerdote.
Al parecer, el encausado la pagó para ser enjuiciado en libertad, según informó hoy el diario El Universal.
El rotativo apunta a que las agraviadas son catequistas y niñas que acuden a la parroquia que encabeza el sacerdote, y sostiene que la diócesis estatal de Querétaro investiga el caso desde hace meses.
La sociedad mexicana ha sido sacudida en los últimos tiempos por casos de pederastia clerical, como el del sacerdote Nicolás Aguilar, de quien varias personas afirmaron haber sufrido abusos cuando eran menores.
La polémica, originada en 2006 por la querella interpuesta por una víctima en una corte de Los Ángeles (EE.UU.), salpicó al arzobispo de México, Norberto Rivera, de quien se dijo que había encubierto al sacerdote y que por ello lo trasladó a una diócesis de California, donde también fue acusado de abusos.
Asimismo, el fallecido fundador de los Legionarios de Cristo, el padre Marcial Maciel, fue acusado de abusos a menores en un caso que llegó hasta el Vaticano y que terminó con el retiro del religioso mexicano de la vida pública en 2006.
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